miércoles, 28 de octubre de 2009

Historia de un amor con melodia

Estas cansado, tienes sueño, pero no puedes dormir, necesitas de ella, por tu cabeza pasan muchísimas cosas, necesitas estar despierto, necesitas escribir, necesitas interpretar lo que tu cabeza te dice a ti mismo, te tiras horas y horas tratando de descifrar que es lo que ocurre, pero no consigues avance ninguno, el sueño empieza a afectar a tu estado de animo, estas cayendo poco a poco en un hoyo sin fin, de una oscuridad capaz de engullir incluso a la mas brillante estrella, te coges con tus manos a las paredes para no caer, pero no es suficiente, y caes al precipicio, poco a poco esa oscuridad te va cegando, dejas de sentir, de pensar, tu mente se ah muerto por un instante. En el ultimo aliento, en el ultimo suspiro, ves algo, esta borroso, pero atrae tu curiosidad, empiezas a sentir de nuevo, tu corazón late cada ves mas rápido, sigues fijamente viendo ese rincón, y ahora además ves una silueta con una forma curva, muy suave, y que poco a poco se vuelve recta sin fallo alguno, vuelves a poder pensar, tu cabeza empieza a reaccionar, y el objeto misterioso se revela ante ti, producto de tu deseo, as descifrado, lo que tu mismo inconcientemente deseabas, era el llamado de la guitarra. Pidiéndote que la mimes como aquellos maravillosos años, donde erais como una pareja de enamorados, ella te ruega, te llora, te suplica que las melodías, las notas, los sonidos que pasan por tu cabeza, los interpretes tocándola a ella, con tus largos y lúgubres dedos, que toques sus finas cuerdas, para producir un sonido, capaz de pisotear al silencio, como si de David y Goliat se tratara, capaz de sinfín de ritmos, melodías tan suaves y calidas como las sabanas de seda, pasando por las melodías mas duras y tristes, capaces de rasgar la carne, músculos y huesos de tu cuerpo, con solo sus vibraciones, que pasan a através de tus oídos y producen una sensación de placer tanto en tu cerebro, como en tu corazón....

2 comentarios:

  1. tal como me dijeron una vez, las cuerdas no traicionan.

    ResponderEliminar
  2. Bravo, Jul, has conseguido, por primera vez en años, hacerme recordar porque una vez sentí la música en mi interior, y has conseguido que vuelva a querer flirtear con ese viejo teclado que un día tan bien conocía, y que fue parte de mí. Tio sigue así, haciéndonos desde este pequeño rincón de la web, que una vez fuimos capaces de entender lo que significa ser músicos.

    ResponderEliminar