viernes, 25 de septiembre de 2009

Democrácia y economía


Frecuentemente, oímos que vivimos en una democracia, en sentido teórico así es, pues en nuestra sociedad actual, gozamos de “libertades” sociales, económicas y laborales que teóricamente solo pueden darse en Estados democráticos, según los expertos se define democracia como:
Una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo.
En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que todos sus habitantes son libres e iguales ante la ley y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
En la práctica, existen muchas variantes del concepto de democracia, algunas de ellas llevadas a la realidad y otras sólo hipotéticas. En la actualidad los mecanismos de democracia más extendidos son los de la democracia representativa; de hecho, se trata del sistema de gobierno más utilizado en el mundo.
Ahora bien, la realidad es muy diferente, si es cierto que vivimos en una democracia, también es cierto que esa misma supuesta democracia se desmorona con nuestro sistema social actual, sigue hoy en día existiendo la censura, la desinformación de los medios, y el “adorno” de sucesos en favor de los poderosos e influyentes; si es cierto, lo diré antes de que alguien lo diga por mi, que podemos sentirnos afortunados por haber nacido en un país “desarrollado” y rico, porque en otros países del tercer mundo (yo aún ando buscando el segundo), no tienen democracia, y en los escasos que la tienen son más corruptas aún que las nuestras, vivimos en un país con libertades, integrante de un mercado común, fuerte y desarrollado, sería muy bonito si fuera verdad.
La realidad es otra, y todos la sufrimos hoy en día, la recesión económica que pone de manifiesto, la inutilidad y la falta de organización de los gobiernos democráticos capitalistas, la voluntad del pueblo no es pagar un piso a 50 años, ni trabajar 6 días por semana 14 horas al día, y por supuesto que no lo es tirarse 5 años estudiando para obtener un titulo, para acabar trabajando en una categoría profesional inferior a la tuya, porque el hijo del jefe, o el sobrino o la ultima secretaria tienen trato de favor.
La voluntad de la mayoría del pueblo no sería, ni es de hecho, tener solo dos partidos mayoritarios, que en cuestiones que afectan a todo el Estado, como la lucha anti-terrorista, la economía, el trabajo, la seguridad social y el desempleo, se dedican a calumniarse y desprestigiarse públicamente en favor de las campañas políticas respectivas, la voluntad del pueblo, al menos de la parte inteligente y culta del mismo, lo cual excluye a todas esas “personas” que ven religiosamente ciertos programas que ocupan las mejores franjas televisivas, sería una pluralidad política, con pactos y acuerdos legislativos y económicos, para mejorar el país, independientemente de si la idea surgió de una paloma azul o una rosa roja. Existen modelos así, en que partidos con ideologías políticas muy diferentes colaboran entre si para mejorar el conjunto del país, pues su Estado del bienestar, les preocupa a ambos, pero bueno, España, nuestro país, el país que es año tras año destino del turismo estival europeo, y puerta económica desde África y el atlántico sur, sigue aun a la zaga de los 8 grandes europeos, que aunque tampoco viven en democracia, si que tienen la visión política necesaria para al menos hacer prosperar sus propios países aunque para ello creen una trinchera económica más grande aún entre el primer y el tercer mundo (¿Alguien ha encontrado ya el segundo?).

No hay comentarios:

Publicar un comentario